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La exquisitez de los detalles
Faustino Gran Relais & Chateaux, compuesto por 3 palacios de los siglos XVI, XVII y XVIII, patrimonio histórico de Ciutadella, posee una gran oferta de habitaciones todas únicas y diferentes, catalogadas en distintas categorías. Los huéspedes tendrán la oportunidad de alojarse en uno de los 3 palacios y vivir una experiencia inolvidable.
Abra las ventanas a la historia de Ciutadella. El pasado escrito en la piedra se cuela en las estancias dobles, armonizadas con detalles naturales que transportan a los espacios rurales de la isla.
El privilegio de sentirse solo en el centro de la ciudad. Los patios privados confieren un extra de tranquilidad. Disfrute de un desayuno íntimo al aire libre. O descanse con un buen libro que aparte su mente del resto del mundo.
El lujo del espacio bañado en luz. La amplitud como noción ligada al descanso, la desconexión y el sosiego. Y la naturaleza entrelazada en la ornamentación para que sienta, en el centro de la ciudad, las raíces de Menorca.
Sumérjase en espuma. Relaje su cuerpo. Y disfrute de un baño reparador, tras un día de explorar la isla. Las tinas elevadas aportan un punto más de lujo al ritual del aseo.
El silencio le envuelve en la privacidad de las junior suites. Su zona de confort invita a una buena lectura recostado en el sofá. O al placer de escuchar cómo el tiempo se para en un instante de calma.
Contemple las azoteas de Ciutadella con la imponente Catedral de fondo. Cual vigía que espera una señal, termine el día recogido en una suite que invita a la contemplación en su propia zona de descanso.
La dualidad del confort. Dos habitaciones, dos mundos en los que perder el sentido del tiempo. Y una terraza privada para volver a la realidad del presente. El paisaje histórico del casco antiguo le guiará en su viaje a las raíces de Ciutadella.
Recogida, discreta y bañada en el aroma de las bugambilias del patio de Can Faustino, Villa Margat es lo más parecido a disponer de un hogar en el centro histórico de Ciutadella. Con el placer de una piscina privada, cocina propia y terraza, además de las estancias y los servicios propios del hotel.
Pensada para el bienestar del viajante libre, la single de Can Faustino es el refugio discreto. La luz del atardecer se cuela en la reservada ventana, que da aún más privacidad a quien la habita.
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